Si respiras por la boca deberías de saber que sufres el síndrome de respiración bucal. La respiración bucal suele producirse por una obstrucción de las vías aéreas superiores. Las causas pueden ser diversas, por ejemplo una inflamación de la mucosa nasal por alergia, desviación del tabique nasal, malformaciones, pólipos o, lo que es más frecuente, un agrandamiento de las anginas (amígdalas palatinas) o de las vegetaciones. El cuadro es tan habitual que en casi todas las familias existe algún miembro afectado.
La respiración debe ser exclusivamente nasal, para filtrar las partículas y microbios del medio ambiente y humedecer y calentar el aire para que éste llegue a los pulmones en condiciones ideales. La boca tiene funciones como comer, masticar, digerir y tragar saliva y alimento, mantener el equilibrio postural y corporal, hablar, sonrisa, expresión, etc.
Las consecuencias clínicas de la respiración bucal en el niño que no recibe tratamiento son las siguientes:
Boca reseca: las encías se secan y se inflaman, la saliva no protege y se produce halitosis o mal aliento.
Paladar ojival: el paladar se estrecha y se profundiza. Si respiramos por la boca, la nariz no se utiliza, no entrando aire por encima del techo del paladar, no ejerciendo presión y en consecuencia estrechándose el paladar y abombándose en forma de “cueva”.Esto hace que no se desarrolle lo suficiente el maxilar pudiendo provocar apiñamiento o resalte dentario.
Son personas que tienen la cara larga y estrecha, ojeras profundas y nariz estrecha. Boca entreabierta por incompetencia labial, labio superior corto, labio inferior voluminoso entre los dientes, reseco y agrietado.
Otra de las consecuencias es que se producen modificaciones de la curvatura de la columna cervical y por el efecto dominó afectan también a la columna lumbar. Escápulas “aladas”, tórax estrecho, cabeza y hombros adelantados, la columna puede tener forma de S, tendiendo a la escoliosis.
Por último la respiración bucal puede provocar una pobre concentración de oxigeno en la sangre y problemas en los distintos órganos del cuerpo.
Si se desarrolla una apnea del sueño aparecerá presión arterial alta, cansancio diurno y falta de concentración en los estudios. Puede incluso conducir a un cuadro de déficit de atención e hiperactividad
El diagnóstico es clínico y multidisciplinario. Los padres y los dentistas tienen una gran responsabilidad dado que un tratamiento temprano puede prevenir gran número de patologías.
El tratamiento pasa por corregir precozmente las alteraciones otorrinolaringológicas así como por modificar el hábito (logopeda). Si los defectos en las arcadas dentarias ya se han establecido es imprescindible la ortodoncia y el tratamiento de las caries y de la gingivitis si las hubiere. Cuando el desorden se corrige antes de los 5 años se previenen tanto los problemas médicos como los psicosociales.
Dra. Estefanía Guisasola Lerma Col2285
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