El síndrome de boca ardiente consiste en una patología bucal compleja caracteriza por una sensación dolorosa de quemazón, hormigueo e incluso adormecimiento de las mucosas bucales.
Se distingue por no acompañarse de signos clínicos o lesiones que lo evidencien ni estar causado por otras enfermedades locales o sistémicas. Se asocia generalmente a sequedad bucal o xerostomía y a alteración del gusto o disgeusia, pudiendo ser de intensidad variable y manifestarse durante semanas, meses o incluso años.
Generalmente es bilateral y su localización más frecuente es la punta y los bordes laterales de la lengua, también pueden verse involucrados los labios el paladar duro y blando.
El origen es aún desconocido aunque suele estar asociado generalmente a factores psicológicos como el estrés, la ansiedad y la depresión. Puede deberse también a carencias de hierro, ácido fólico y vitamina B, al hábito de empuje lingual sobre los dientes, a traumatismos dentarios, la presencia de sarro, las superficies de prótesis ásperas o con bordes agresivos, a las reacciones alérgicas a materiales dentales (cobalto, mercurio, níquel, acrílicos), a los irritantes químicos como lápices labiales, pastas dentífricas, ácido nicotínico y al uso prolongado de colutorios.
El diagnóstico se puede realizar según los siguiente pasos para descartar tanto los factores locales como sistémicos:
-Historial clínico del dolor
-Examen clínico de la cavidad bucal
-Información acerca del estado psicológico y psicosocial pasado y actual.
-Medición del flujo salival y de la función del gusto
-Pruebas para descubrir alergias.
-Análisis de sangre para descartar trastornos endocrinos, nutricionales, hormonales y autoinmunes
-Análisis microbiológicos para descartar infecciones locales.
-Pruebas neurológicas y examen de alteraciones patológicas y degenerativas.
El síndrome de boca ardiente no dispone de un tratamiento especifico debido a su etiología multifactorial, la identificación del principal factor (o factores) puede guiar al especialista a un diagnóstico o tratamiento.
Más allá de las técnicas aplicadas en cada caso por el odontólogo, hay algunas cosas que pueden ayudarte a controlar la afectación del síndrome de la boca ardiente:
-Beber abundante agua
-Evitar el tabaco y el alcohol
-Masticar chicles sin azúcar
-Evitar comidas picantes
-Reducir el consumo de alimentos ácidos
-Tratar de reducir el estrés
Son algunos de los consejos que pueden ayudar a cualquier persona afectada.
Dra. Estefanía Guisasola Lerma Col2285
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