La mordida abierta supone el no contacto de los dientes superiores e inferiores al cerrar.
Puede ser a nivel anterior o a nivel posterior. En niños es más frecuente encontrarnos con mordidas abiertas anteriores.
En estos casos de mordida abierta anterior hay que ir a buscar la causa : la etiología.
En la exploración clínica exploraremos si existe interposición lingual en reposo y al deglutir, el tamaño de las amígdalas porque si están hipertrofiadas, es decir engrandecidas, y se aproximan entre ellas en el rafe medio palatino, probablemente estén causando que la lengua se adelante y se interponga entre los dientes anteriores creando un mordida abierta. Habrá que explorar también el tamaño de la lengua, si tiene frenillo lingual, si el paladar es estrecho u ojival y preguntarle al paciente si respira bien por la nariz y si ronca por las noches. También exploraremos si el crecimiento de la cara del paciente tiende a un crecimiento vertical.
En estos casos de mordida abierta podemos tratarlos con:
– Reminders linguales que van adheridos a la cara lingual de los incisivos que estén más proinclinados.
– Rejillas linguales.
– Expansor palatino o disyuntor si hay mordida cruzada posterior
– Roller cuando se chupan el dedo
– Ejercicios de logopedia para practicar el apoyo de la lengua en paladar al degluir, tonificando también los músculos maseteros.
Todos estos tratamientos serán mucho más estables si conseguimos averiguar la causa de esa mordida abierta y la tratamos también.
Os mostramos algún caso que cogido tiempo tiene una respuesta muy favorable al tratamiento.
Dra. Estefanía Guisasola Lerma. Col. 2285
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